Recorrido Ciudad Abierta

Zona Baja, Sector Dunas


Apertura de Los Terrenos

Ciudad Abierta - Agora 7.1.1971 - Varios Autores

Texto dicho en el ágora del día 7 de Enero de 1971. Tras oírlo, los asistentes fueron a las arenas de la Ciudad Abierta. Sobre ellas almorzaron. Los manteles se transformaron en banderas multicolores unidas a múltiples astas. Se llegó hasta la orilla y cada asistente, portador de una bandera se unió a su vecino, distante diez pasos, con una cinta atada a las astas. Todo ese frente avanzó desde la orilla hacia la tierra, cara a cara al mar interior de América.



DE LA TENSIÓN GRÁFICA A UN ESPACIO DISTENDIDO DE CIUDAD ABIERTA

Se plantea la idea de recorrer los terrenos de Ciudad Abierta y hacerse cargo de un sector de esta misma, personalmente se decide trabajar con la zona baja, especialmente las dunas. Bajo este sentido se comienza por reconocer la entrada de Ciudad de Abierta, sector del Confín, en donde se encuentran varias hospederías, las cuales son rodeadas por árboles. Estos últimos al ser dibujaos sobre el papel muestran cierta tensión gráfica en relación al espacio, esto se logra representar a través de una paleta de tramas, la cual no solo habla de esta tensión misma, sino más bien de un espacio más opaco y cerrado.

"... A quien entraba en tal juego se le creaba un estado de suspensión, que en la simple historia diaria se guarece en un juego de niños, el juego de la gallina ciega. El estado de suspensión, en la absoluta disponibilidad y fianza, provoca corporalmente el estado de arjé, que no es palpablemente un principio, sino más allá de la voluntad, el intelecto, la imaginación, la memoria y el instinto, una inescrutable vigilia.

El orden propio de esta Phalène fue muy simple. Se trata de alcanzar los terrenos de la ciudad abierta y en ese intento tropezar, reconocer, dar con el límite..."

"El juego, entonces, fue el siguiente: “ahora hagan Segundo Acto Poético En este acto todos estuvieron con los ojos descubiertos. Se trató de buscar el acceso a los terrenos andando por la orilla entre el mar y la tierra...

El lugar era proporcionado, ceñido, apretado. Allí todos jugamos y el juego mismo, absolutamente libre, nos mostró que estábamos todos cerca pero nunca ninguno pudo o supo estar junto... La dispersión también se contiene en lo cerca..."

Fragmentos Primer Acto, Apertura de los Terrenos

Segundo Acto Poético

Al continuar recorriendo Ciudad Abierta por el sector de las dunas (zona baja), se comienza a observar a través del dibujo directo en el papel, que el espacio se comienza a abrir, perdieron de cierta manera la tensión gráfica antes descrita y este comienza a adquirir mayor luminosidad

"En este acto todos estuvieron con los ojos descubiertos. Se trató de buscar el acceso a los terrenos...

¿Qué trajo la orilla? Se caminaron de ese modo varios kilómetros sobre dunas de arena. ¿Qué nos fue diciendo el acto? Que la arena no es del agua, ni agua, pero que tampoco es de la tierra, ni tierra. No es playa –desde el punto de vista del mar o de la tierra. Ni es aquello que hay que transformar en otra cosa, sea tierra o agua. Simplemente la arena comparecía como arenas. Arenas con una realidad propia, tal vez, inexplorada en cuanto tal..."

Por su parte, la arena se comienza a hacer más presente, dando paso al aparecer de un recorrido, de un sendero. Por otro lado, los colores también comienzan a adquirir un estado de transición, los verdes comienzan a abrirse hacia una palera mayor, lleando en algunos casos al amarillo.

"... Así el límite se volvía a hacer presente como una falta de acceso."

Fragmentos Segundo Acto, Apertura de los Terrenos."

Tercer Acto Poético

A medida que se continua avanzando por los terrenos de la zona baja de Ciuadad Abierta, se comienza a entender el recorrido como una transición de tramas, de luz, de colores y de espacialidad. La tensión gráfica disminuye paulatinamente, siendo esto posible de observar ya que el espacio mismo cada vez se vuelve más abierto, la arena (como estado lumínico) cada vez está más presente, lo cual permite el aparecer de colores más calidos.

"... En este sentido el acto poético fue el acto de la plenitud del límite. A su vez esta plenitud y al mismo tiempo totalidad del límite que aparece principal en todas y en cualquier parte de la isla, se da como indefinición. Y con ello, también, el reclamo de orientación. De este modo la plena limitación se abre en orientación.

¿Qué significa para nosotros y en su sentido corriente, orientarse? En el status en que vivimos la orientación toma su mayor figura en los cuatro puntos cardinales."

"¿Qué sucedió en el acto poético de la isla? Algo diferente.

A pesar de que se llevaron cuatro banderas con sus altísimas astas para conservar o reordenar los cuatro puntos necesarios, en vista de los cuales podría orientarse la ciudad abierta, el orden se dio de otro modo. Cuando Alberto Cruz fue requerido para señalar la orientación indicó sólo un punto.

Las cuatro banderas con sus cuatro astas, formando un haz, se clavaron allí.

Ese punto no fue, tampoco, el posible centro de la isla. Ese punto fue simplemente el lugar donde se había dicho la palabra poética. Y fue allí, porque allí se había dado la palabra pública real. Así la orientación no sobrevino por una medición del espacio en vista de tales o cuales funciones o perspectivas, sino que brotó en el acto donde se abría palabra y lugar. Tal orientación, a su vez, modifica el concepto de límite."

En este estado de la observación el terreno cada vez se vuelve más duna, por lo tanto a medida que se avanza este se vuelve más horizontal, más abierto, en donde el límite del espacio se torna más difícil de distinguiir.

"Muy ligados van los conceptos de orientación y de límite. La orientación precisa el juego de límites posibles.

Bajo esta nueva orientación el límite ya no aparece como acceso, sea éste negado o variable, como aquello que principalmente une y separa dos momentos. La orientación surgió en la isla en un punto... En el campo abierto de tal orientación el límite comparece como una invitación, lo propiamente invitante. Invitación de la abertura misma en la que se mantienen forma y acontecer simultáneamente.

... El límite o frontera, pudiera decirse, es ahí donde se funden forma y acontecer. Posiblemente, ya no acceso sino transparencia, que quiere decir en su sentido último, lo que se deja ver, ofrecimiento, abierta invitación.

Fragmentos Tercer Acto, Apertura de los Terrenos."

Cuarto Acto Poético

En este último estado de observación, finalmente las dunas mismas, el espacio ya se reconocer como abierto, distendido gráficamente y luminoso, en donde el amarillo se torna un color predominante y las arenas adquieren un mayor protagonismo. Se comienza a entender que el aparecer paulatino de las arenas de Ciudad Abiertan juegan un rol fundamental en la transición de un estado a otro, en donde el aparecer de esta da cuenta del estado y la posición del observador en relación al terreno.

El acto consistió en ir y extenderse en los terrenos de la ciudad abierta cuya gran mayor parte son arenas. La duración del acto implicaba el día entero y la noche entera, es decir, la jornada del terreno.

¿Qué ocurrió allí? A la vista de la señal clavada en la isla y sostenida por el viento se abriría el terreno. Alberto Cruz indicaría el lugar del ágora, pues, en razón misma de la orientación nacida en la isla, la ciudad es ciudad en tanto cuanto su espacio es el espacio público de la palabra..."

"... Alberto Cruz fue hacia las arenas e indicó el ágora o espacio público. Pero no señaló éste o aquel punto, tampoco una trayectoria en el sentido de lo que va de un punto a otro (partida y llegada), sino que indicó lo impuntual teniendo a la vista el punto que señalaban las banderas reunidas en haz, en la isla.

Finalmente se reconoce que se da cuenta del recorrer de la zona baja de Ciudad abierta a través de una transición del espacio, el cual comienza como un espacio gráficamente tensionado, opaco, cerrada, el cual a medida que se avanza hacia el sector de las dunas, este se vuelve distendido, luminoso y abierto. En donde las arenas y su luminosidad juegan un rol fundamental, la cual cada vez aparece más, se muestra más, dando paso a un aumento de la luminocidad del espacio, del recorrer.

"Desde la isla la persistencia de la señal. Por la señal aparece lo señalado que es, concretamente, el terreno abierto en ágora. ¿Aparecer o desaparecer es en función de la señal? ¿Sin señal se puede aparecer o desaparecer, hay aparición o desaparición? Se diría que la aparición o desaparición tienen lugar gracias a un tercer elemento que las descubre: la señal.Pero ¿qué se nos muestra allí?

El desaparecimiento, y ya no como contrapartida necesaria de la aparición pero él mismo, mostrándosenos en su realidad sin referencia a la señal. Aunque para alcanzarlo, así, hubiésemos llegado por la señal.

¿Dónde y cómo, concretamente, se nos mostró así el desaparecimiento? En las arenas.

De este acto poético ellas, las arenas, comparecen propias. No son firmes, están a merced del viento, no son tierra, no son mar y por lo tanto ya nunca playas. Reciben las huellas hundiéndose con ellas y borrándolas después. Recogen la luz con una homogeneidad indivisa y multiplicada en infinitos matices a la vez, siempre cambiantes en la inmovilidad..."

Fragmentos Cuarto Acto, Apertura de los Terrenos